Recession
¿Qué es una recesión?
Una recesión se define comúnmente como una disminución prolongada y prominente de las actividades económicas y financieras. Si bien existen diferentes opiniones sobre exactamente cuándo un aparente retroceso temporal económico puede considerarse una recesión, el consenso general es que dos trimestres consecutivos de producto interno bruto (PIB) negativo constituyen una recesión.
Además de la caída de PIB, una recesión está acompañada por un aumento en las tasas de desempleo y una reducción en los ingresos reales y el gasto público. Esto, a su vez, afecta negativamente al poder adquisitivo de los consumidores, lo que hace que disminuya la demanda del mercado en ciertos productos. Para mantenerse a flote, las compañías reducen sus tasas de producción y, en la mayoría de los casos, tienen que despedir a una gran parte de sus trabajadores, lo que solo agrava el problema.
Sin embargo, a pesar de sus efectos adversos, una recesión es considerada una parte normal de cualquier economía. Es inevitable y siempre sigue a un período de expansión económica, mientras sienta las bases para el siguiente.
¿Qué causa una recesión?
Observando las causas de una recesión desde una perspectiva más amplia, esta comienza cando el ciclo económico está en su apogeo durante una expansión económica. Como la economía va bien, los consumidores tienen un fuerte poder adquisitivo, lo que impulsa la demanda del producto cada vez más. Para soportar esta presión y mantener la oferta necesaria, las empresas suben los precios. Al mismo tiempo, los bancos y otras instituciones crediticias facilitan que tanto los consumidores como las empresas productoras pidan dinero prestado y adquieran más deuda.
Sin embargo, en cierto punto, uno o varios eventos descarrilan la expansión económica y hacen que sea imposible para los consumidores y compañías contribuir con la ecuación de oferta y demanda y, al mismo tiempo, mantener sus obligaciones financieras con prestamistas. La economía deja de crecer y comienza un nuevo período de recesión, que dura varios meses o años.
En cuanto a los eventos que pueden perturbar a la economía, existen varias causas que pueden activar una recesión:
- Alta tasa de inflación: Inflación Es una subida de precio de los bienes y servicios, que provoca la pérdida del poder adquisitivo a lo largo del tiempo. En sí misma, la inflación es un fenómeno natural que alienta el crecimiento económico. Sin embargo, cuando las tasas de inflación se vuelven muy altas, los salarios no pueden seguir el ritmo del aumento de los precios, lo que causa la ralentización de la actividad económica, y las medidas que toman las autoridades para combatirla pueden provocar desempleo a corto plazo y también una recesión económica.
- Exceso de oferta: Cuando la demanda es alta, las compañías se esfuerzan por producir tantos bienes como sea posible. Pero a medida que la demanda llega a su punto máximo y disminuye, la oferta se vuelve excesiva, haciendo que sea difícil para las empresas vender sus bienes. Esto puede generar la reducción de las empresas, que muchas personas pierdan sus empleos y su poder adquisitivo, la caída del consumo y el desequilibrio económico.
- Burbujas económicas: Una burbuja económica es un aumento rápido en el precio de algún activo, incluso si su valor intrínseco es mucho menor. Esto sucede durante una economía fuerte por varias razones, incluidas la especulación, la confianza del consumidor o las tendencias. Los inversores se vuelven muy optimistas intentando comprar la mayor cantidad posible del activo, para venderlo cuando el precio parezca correcto. Sin embargo, cuando llega el momento, la oferta supera a la demanda, lo que hace que el precio baje y los vendedores colapsen el mercado en pánico, pudiendo generar una recesión.
- Shock económico: A veces, eventos inesperados locales o globales pueden crear severos problemas financieros, provocando una incertidumbre económica, ya que los consumidores y las empresas se muestran reacios a gastar su dinero. El ejemplo más reciente es la pandemia del COVID-19, pero otros desencadenantes potenciales en general incluyen guerras, desastres naturales y también interrupciones en el suministro de artículos de primera necesidad (por ejemplo, el petróleo).
- Alta tasa de deflación: A pesar de que la inflación alta es muy peligrosa, la deflación también puede generar una recesión. Deflación es una caída de precios que, eventualmente, conduce a una disminución de los salarios, provocando una caída de precios aún más fuerte. Esto desalienta a las empresas a la hora de producir más bienes, lo que hace que la actividad económica disminuya y debilita la economía.
Estos eventos pueden ocurrir por separado o al mismo tiempo, pero su impacto en la economía puede desencadenar una nueva ola de recesión.
¿Cómo afecta una recesión al trading?
Dado que una recesión afecta cada faceta de la economía, también influye significativamente en el mercado financiero. Durante una recesión, los traders y los inversionistas son mucho más cautelosos para gastar su dinero. Algunos pueden incluso comenzar a entrar en pánico y retirar el dinero de sus inversiones y operaciones existentes para salvar sus ganancias antes de que el mercado se desmorone, lo que solo intensifica la recesión. Pero incluso aquellos que sostienen sus posiciones abiertas pueden ver cómo el valor de sus inversiones disminuye drásticamente y no están a salvo de las consecuencias negativas de una recesión.
De todas formas, algunos activos son más resistentes a las recesiones y funcionan bien durante las turbulencias económicas, a veces incluso aumentando su valor a pesar de las perspectivas pesimistas. Esto sucede porque las recesiones afectan a varios mercados financieros y valores de maneras diferentes, haciendo posible operar durante una recesión, aunque sea bastante difícil.
Bolsa de valores
La bolsa de valores siempre se lleva la mayor parte del daño cuando llega una recesión. Esto sucede porque el declive económico general también afecta a la mayoría de las empresas. Las recesiones están siempre acompañadas de un aumento en los pagos de deudas y la disminución de los ingresos, lo que causa que el precio de las acciones de las empresas de bajo rendimiento caiga, porque su potencial ya no puede justificar sus inversiones monetarias rápidamente.
Por esto mismo, muchos traders intentan vender las acciones que ya poseen para compensar el dinero que tienen invertido, y así impulsan a la baja el precio de las acciones. Al ver esto, otros traders intentan aprovechar la caída de los precios y comprar estas acciones mientras están baratas, lo que hace que los precios vuelvan a subir, creando volatilidad y haciendo imposible calcular cuál será el siguiente movimiento del mercado.
Esto hace muy riesgoso operar acciones durante una recesión, especialmente porque muchas empresas pueden estar al borde de la quiebra. Las acciones más riesgosas para invertir y operar durante una recesión son:
- acciones especulativas
- acciones de compañías altamente apalancadas
- acciones cíclicas
A pesar de esto, todavía es posible operar acciones durante una recesión. Aun así, es importante recopilar información sobre el flujo de efectivo, la deuda y el historial de rendimiento de una empresa en situaciones económicas desafiantes antes de invertir tu dinero en sus acciones.
Mercado Forex
Cuando una recesión golpea a un país, por lo general su Gobierno intenta reducir las tasas de interés para suavizar sus consecuencias y acelerar la recuperación de la economía. Sin embargo, esto debilita la fortaleza de la moneda en el mercado Forex global, haciéndola menos atractiva para los inversionistas y traders. Por este motivo, el mercado Forex tampoco está a salvo de los impactos negativos de las recesiones.
No obstante, rara vez las recesiones afectan al mundo entero, por lo que suele haber países con economías que funcionan relativamente bien en estas condiciones. Esto crea muchas oportunidades para que los traders de Forex capitalicen las diferencias entre una moneda fuerte y una moneda débil.
El mundo de Forex se trata del balance. Si una moneda cae, otra se vuelve más fuerte. Por lo tanto, los inversionistas y los traders pueden usar monedas débiles de bajo interés para comprar monedas fuertes de alto interés. Generalmente, algunas monedas son consideradas refugios seguros que los traders pueden usar para proteger su capital. Estas monedas incluyen el franco suizo (CHF), el dólar estadounidense (USD) y el yen japonés (JPY).
De todas formas, también es importante tener cuidado antes de invertir en estas monedas, ya que pueden perder algo de valor cuando las economías de otros países comienzan a recuperarse de la recesión.
Commodities
En cuanto a los commodities, su valor depende de si sus tasas de producción se han visto afectadas por una recesión. Si una compañía tiene que disminuir su producción debido a la falta de demanda y el bajo poder adquisitivo de los clientes, el precio de la materia prima que produce también cae. El valor de los productos perecederos (por ejemplo, cereales) también disminuye mucho, ya que no pueden ser almacenados por mucho tiempo.
Al mismo tiempo, algunos commodities también pueden actuar como inversiones seguras. Estas, en general, incluyen metales preciosos como el oro, la plata, el platino, etc., ya que pueden mantener su valor incluso en mercados bajistas. El oro, en particular, es el producto más buscado durante las recesiones, ya que tiene una larga historia siendo usado como una moneda en el trading, como un material para crear joyas y arte, y también dentro de la medicina. Incluso si el valor de estos commodities no aumenta, todavía demuestran ser una alternativa mejor y más estable que las acciones.
Bonos
Los bonos del Gobierno, especialmente los emitidos en países con economías fuertes (como EE.UU.), son considerados inversiones seguras, por lo que su valor tiende a aumentar durante las recesiones. Incluso los bancos compran bonos para estimular la recuperación de la economía. Algunos bonos funcionan mejor cuando las tasas de interés son bajas, y otros aumentan el precio cuando las tasas de interés suben, por eso es importante recopilar información suficiente para tomar una decisión.
¿Cómo predecir una recesión?
Desafortunadamente, no existe una forma 100% precisa para predecir una recesión. De todas formas, algunos indicadores pueden advertir a los economistas sobre posibles recesiones cercanas. Por ejemplo, el aumento de las tasas de desempleo puede exponer el comienzo de una recesión, ya que menos puestos de trabajo (especialmente los relacionados con la producción de bienes) indican que los gastos de los consumidores y la demanda están disminuyendo.
Uno de los indicadores más significativos es la curva de rendimiento invertida.
Una curva de rendimiento demuestra la relación entre los bonos del Gobierno a corto y largo plazo. El rendimiento a largo plazo será más alto cuando la economía vaya bien. Sin embargo, si la curva de rendimiento es invertida, siendo el rendimiento a largo plazo más bajo, esto puede indicar una falta de fe en la economía, el comienzo de una inestabilidad económica y una posible recesión en el futuro cercano.
Diferencias entre recesión y depresión
“Recesión” y “depresión” son dos términos económicos muy cercanos, pero mantienen algunas diferencias. Una depresión económica es mucho más grave que una recesión, llevando también a consecuencias más graves. Las depresiones también son más largas que las recesiones, duran meses o años.
Por ejemplo, la gran depresión duró más de cuatro años, comenzando en 1929 y terminando en 1933. La economía ha tardado casi una década en recuperarse de esto. En comparación, la gran recesión a finales de la década del 2000 ha durado desde finales del 2007 hasta mediados del 2009, siendo significativamente más corta.
¿Cuánto duran las recesiones?
Las recesiones pueden durar desde varias semanas hasta varios años, dependiendo de qué tan gravemente sea afectada la economía y si las autoridades han logrado tomar las medidas adecuadas para mitigar sus efectos. En promedio, una recesión puede durar de 11 a 17 meses. La recesión más larga de la historia de EE.UU. ha tomado más de cinco años en irse. Desafortunadamente, es imposible predecir exactamente cuándo una recesión terminará, así que lo único que se puede hacer es esperar.
Ejemplo de una recesión
El mejor y más reciente ejemplo es la recesión que siguió a la pandemia del COVID-19. En aquel momento, las economías de países de todo el mundo han experimentado una caída muy pronunciada, ya que muchas empresas han tenido que cerrar y detener la producción de bienes. Esto ha causado que el mercado de valores colapsara, ya que muchas compañías han quebrado a pesar del esfuerzo de los Gobiernos para aliviar las cargas financieras.
Preguntas frecuentes
¿Es posible operar durante una recesión?
Sí, operar durante una recesión es posible. Aun así, es importante operar en los mercados menos volátiles o, si quieres operar acciones, realizar una investigación apropiada sobre la posición financiera de la empresa.
¿Es seguro invertir durante una recesión?
Invertir en una recesión puede ser rentable, pero también bastante riesgoso. Es difícil saber cómo el precio de un activo se moverá en un mercado volátil. Al invertir en acciones, también existe la posibilidad de que una empresa quiebre.
¿Cuál es la mejor estrategia de trading para una recesión?
En una recesión, es mejor operar a largo plazo y también invertir en activos seguros más o menos estables, como oro, plata, monedas fuertes (CHF, USD, JPY) y bonos gubernamentales.
2023-04-11 • Actualizada